La energía eléctrica puede ser generada, transportada
y transformada con facilidad, sin embargo resulta complicado almacenarla en
grandes cantidades. Pero, aun siendo complicado, existen diversos métodos de
almacenamiento de energía a lo largo de la cadena de suministro:
- A gran escala (GW): hidroeléctrica reversible (bombeo), almacenamiento térmico.
- Almacenamiento en redes (MW): pilas y baterías; condensadores y superconductores; volantes de inercia.
- A nivel de usuario final (kW): baterías, superconductores, volantes de inercia.
Las nuevas tecnologías de almacenamiento de energía se
convertirán en elementos fundamentales de los sistemas eléctricos del futuro,
de tal forma que el almacenamiento eléctrico puede aportar valor en todos y
cada uno de los eslabones de la cadena de suministro de electricidad.
Parque de aerogeneradores |
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan
los sistemas de suministro energético es la dificultad (y el coste) de
almacenar energía durante los periodos de baja demanda para poderla luego
utilizar durante los picos de demanda. Esto es particularmente relevante desde
el punto de vista de las energías renovables, si se pretende que constituyan
una alternativa realista a las energías consumibles. Pensemos por ejemplo en
aerogeneradores que dependen de la presencia del viento para producir
electricidad: el viento no entiende de demanda estacional o carga rodante, por
lo que habrá situaciones en las que la producción eléctrica sea superior a la
demanda, y otras en las que ocurra lo contrario.
Por supuesto, las redes eléctricas diversifican las
fuentes de energía y son capaces de redireccionar electricidad de otros puntos
de la red para hacer frente a picos de demanda, pero la situación sería mucho
más simple si realmente se pudiera almacenar energía eléctrica a gran escala.
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